La cerámica es una disciplina extractivista, es decir, es extracción intensiva de recursos naturales. Cuando la pieza da fallo antes de la hornada o incluso después del bizcochado, la descarto y reciclo.
Pero una vez que el fuego de 1250°C me devuelve una pieza, ya no hay marcha atrás.
Si vienen con grietita estética pero no funcional o algún defecto fruto del fuego, he pensado que tirarlas es un dolor, así que las venderé a más bajo precio que el que sería si hubiera salido a mí gusto.